jueves, 22 de abril de 2010

VIDA RARA

Joder. Modesto oficial de la mejor Infantería del mundo, y abogado de la Corona española (lo del Estado no lo entiende todo el mundo)Después de dirigir la asesoría jurídica del organismo que construyó y hoy alquila la red ferroviaria de alta velocidad, me voy al Tribunal Europeo de DH y al homólogo de la ONU a representar con pasaporte diplomático a la Corona de España, y al mes un compañero ex diputado del PSOE me recomienda a un ex diputado del PP para su despacho, donde me meto de hoz y coz en el meollo del entramado financiero del Opus Dei a través de la Fundación Mediterranea, y me convierto en el abogado de la Orden de Isabel la Católica, en una pelea a muerte para evitar que su Gran Maestre reparta a título lucrativo títulos nobiliarios, pero me vuelvo al Ministerio de Hacienda, donde en menos de un año me recluta un concursalista para irme a la excedencia,y me empiezo a preocupar cuando un cliente me dice que le quite la pila al movil, porque apagado me graban igual, que él lo sabe porque le vendió la tecnología a la Oficina Nacional de inteligencia... y que hay un coche del FBI controlando todo el despacho por que defendemos a un narco mejicano (no doy el nombre del agente federal, pero lo tengo¡¡¡) y como no puedo evitar el aburrimiento, demando al Estado por más de 15.000 millones de euros de Forum Filatélico, y de ahí, a Afinsa, Arte y Naturaleza, y... me voy a Kuwait, LÍbano y Chipre a vender cemento, desde una plataforma que linda con la estafa, levantandole la voz a un teórico jerifalte de la seguridad del emirato en una oficina de un polígano en mitad del desierto para pavor de sus adláteres, y presento la empresa a un suizo que representa la empresa del séptimo hombre más rico del ¿pais?,¿mundo?¿Oriente Medio?¿todas las anteriores...? Guardo 20.000 dólares en una caja fuerte de un hotel de Beirut que se bloquea a las dos de la madrugada después de haber dormido la noche anterior en una planta clausurada de un picadero de la zona roja debido al overbooking por Ramadán. Noche que recordaré siempre por dormir vestido y rodeado de todo el cristal que encontré a mano por si hacía falta un filo a media noche.Cuarenta y ocho horas después estaba en Atenas transbordando tras no dormir en todo ese tiempo. Nadie, creo, ha estado más cerca de provocar un aterrizaje forzoso a base de ronquidos según mi compañero de viaje.

He defendido a mi Gobierno en unos 17.000 pleitoS, obtenido pasaporte diplomático y licencia de armas cortas de defensa personal del tipo b, actuado ante cinco generales togados en Sala Militar, sparring de un subcampeón (según él le robaron la pelea con Kaman) del mundo de los pesos pesados profesional de Taiboxing, formado parte durante años de tribunales para nombrar jueces y fiscales, y del equipo de profesores para formar responsables de contratación pública. He tutelado abogados iberoamericanos en un master, y yo mismo tengo títulos del Instituto de Empresa de formación directiva, he practicado culturismo y todo tipo de deportes de combate hasta la extenuación, quebrando huesos de policías, guardaespaldas, agentes de campo de la Inteligencia española,he abrazado a las mujeres más bellas del planeta, pagando sus caricias y recibiendolas después sólo por amistad, por enjugar sus lágrimas o enseñarles cómo librarse de un bobo con un manojo de llaves... He conocido el amor que extenúa, usado drogas en la casa del presidente del gobierno y el Tribunal Supremo, y en las Cortes Generales, mostrado la noche de tejados de mi ciudad a una amante violentando la seguridad de un Palacio de Justicia, conducido hermosos coches ingleses con trajes de Scabal a medida del mejor sastre colombiano, perdido los peores amigos que se pueden tener...

He visto amaneceres en playas de cuatro continentes (no se por qué la vida aún no me llevó a Australia, pero Inglaterra cuenta igual, creo, sin naturaleza salvaje) y nunca he pegado a nadie fuera de un ring, aunque levantando los puños si he puesto en fuga a muchos, igual que cuando era pequeño otros me amedrentaron... Hoy no conozco personalmente a nadie que me de miedo físico, y quiero conseguir quedarme sin nada por propia decisión, y tener éxito en un proyecto que arregle la vida de muchas (cuantas más, mejor) personas a mi alrededor.

En fin, he vivido ya mis siete vidas, y cuando se las enseñe a mis dos hijos, afrontaré el telón con una inclinación, recordando que la última risa que se escucha es la de los que se rien de uno, tan pequeño, qué lástima, tan ridículo, tan patético...

He sido detenido, condenado, tatuado, homenajeado, publicado, y he leido miles de libros, escuchado miles de discos, visto miles de películas... Tengo dos hijos que evitan dar por clausurado edte proyecto. Tengo menos amigos que los que se pueden contar con los dedos de la oreja, ya que el standard estaba alto, y la exigencia fue siempre mucha.Por eso, quizá, sufro,mis hijos son sún demasiado jóvenes.

Puta vida

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