jueves, 14 de enero de 2010

EN CONSTRUCCIÓN

Perdona, hay algun problema. Estoy en ello...
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LA VERDAD

Amigos, mediante un riguroso ejercicio de lucidez y desinhibición, me propongo contaros, a continuación, el secreto de la vida, que no es otro que el de ser feliz. Claro, el secreto es cómo conseguirlo, no el fin, a nadie se le escapa.

(EXCURSUS: O si... Yo fuí radical un día, era yo de 19 y estudiaba Derecho, y sostenía que el propósito de la vida era la coherencia, hasta que dos catedráticos de Filosofía del Derecho muy rojos -a uno de los cuales recuerdo haber llamado "facha" en aquella época extrema, para su depresión, él, que había sido significado por asistir al Proceso de Burgos, se quejaba....-, me objetaron tras el seminario, y por mi irreductible postura, que el fin último del individuo era la felicidad, de contenido no transferible entre agentes... Huelga reproducir la respuesta, esta si a la fasces, que si no literalmente, si debió ser, y los que me conocen lo corroborarán pese a la lógica desmemoria de detalle, del género "eso debe ser una mariconada, la verdad es la verdad, y no hay felicidad posible en otra casa, por más que la falta de techo duela..."; bueno, el dolor contra la felicidad como motor vital, ... Está todo dicho, aunque sólo se entienda al candil de los años
-esta respuesta en otro me habría hecho enrojecer de ira y saltar a su yugular...

Salvo por que si el que lo dijera fuerse como yo, ese yo que yo era tendría que conformarse con no cobrar, o fuera del aula de debate, con analizar la eficacia vital del oponente para reevaluar sus tesis...Lástima qe no me conociese entonces, y tuviera como modelo sólo a iconos de valores parciales, ningún ejemplo... "TOTAL" de Vida como Obra de Arte¡¡¡...EXCURSUS terminado)

Veo que en el EXCURSUS no me he molestado en desgranar el cambio de postura; en realidad me parece obvio, y no me interesa en lo más mínimo la pedagogía, por lo que así queda lo anterior, y así basta la INTRO biográfica para presentar o contextualizar el mensaje, tan modesto él.... Si, era la felicidad el objetivo¡¡¡

La Verdad... es eso que responde a todas nuestras preguntas sobre la Vida, que pocos conocen, y que a la inmensa mayoría que conforma el resto no se le alcanza porque no ha obtenido la suficiente profundidad de análisis íntimo, por muy diversas razones que podemos divertirnos enunciando después, pero que se advierten y analizan po un porcentaje de la humanidad aún inferior al de los individuos que aparecen anualmente en FORBES.

De hecho me atrevería a decir que el que abandona la subnormalidad mental y se plantea qué sea la verdad, ya no es siquiera humano, y ha ingresado en una especie distinta no sólo cuantitativa sino cualitativamente, (lo que le pone de modo inmediato, alas, en peligro de extinción¡¡¡)especie llamada a optar entre la desaparición espectacular, entre fuego de artificio que satisfaga para ese individuo, siquiera temporalmente, brevísimamente, su sensibilidad secular herida , en el momento cuidadosamente construido por él (nótese que no se dice "elegido" o "aprovechado"), o la ocupación natural, elegante, no traumática, casi ..."agradecida por todos", del primer escalón de la pirámide evolutiva y depredativa.

Recapitulando, es la búsqueda lúcida de la verdadera respuesta al dilema sobre el camino a la felicidad la que cualifica al ser divino de entre los humanos, si es que nos es lícito usar terminología religiosa en estos tiempos palurdos que nos ha tocado vivir.

Ahora es que empiezo a desarrollar la tesis, tras exponer lo poco que me importarán sus contradictores.

La verdad es que la armonía del conjunto de nuestra vida nos da la pista para ser felices, y , (dos) que el que no quiera ser feliz es un sujeto digno de internamiento o lástima, pero no un ejemplo a seguir.
Natural y Teológicamente, se nos presentan tozudos unos fenómenos que determinan la consecuencia de nuestros actos, y cómo esta consecuencia opera a efectos de producir en nosotros "felicidad".

No vamos a equivocarnos: la reacción química de producción de endorfinas define en el ser humano la sensación de "consecución", de "haber acertado con el mandato de la muy inteligente Madre Naturaleza"

Si corremos para ejercitarnos (no digamos para librarnos del ataque de un jaguar), recibimos una emisión de placer procedente del centro de recompensa de nuestro cerebro; igual si copulamos, no igual, sino en mayor medida, o si vencemos en una confrontación, independientemente de nuestro grado de razón para vencer (me atrevo a decir que en mayor medida si no hay motivos que justifiquen nuestra postura; y con justificación social aún, si somos abogados en pleito¡¡¡)

Porque nuestro diseño adaptativo basa su éxito en haber sido capaz de estimular conductas eficientes, que generan esfuerzo y aún dolor para su actor, consciente o, la mayor parte de las veces, no, del valor altruista de su ejercicio, que no resisten un mínimo análisis de relación "coste-beneficio".

No, la verdad no radica en la capacidad humana de abstraer y actuar en consecuencia; eso separa al hombre de la bestia, si, pero aún no basta para definir a la especie qe conocemos y analizamos hoy: debe considerarse tanto el espectro de razón que desde el siglo XIX es objeto de atención por parte de quienes buscan la VERDAD, cuanto su cuna y el efecto que aún hoy se recibe de ella, o todos seríamos heroes, santos, máquinas, cuatro, aburridos, monjes, el objeto de desprecio para nuestros hijos, basura ante nuestros propios ojos, una mediocre composición musical que no satisface a su autor, ni comprende el rugido selvático de las fuerzas naturales que sacuden los cuerpos en las pistas de baile, aunque no resistan el más mínimo análisis teórico, sólo por un directo y siamés vínculo con la víscera del que baila...

Dos líneas para expresar una preocupación: quien esto escribe, y quien aún, seguramente, lo lee, no bailan ya, y la pasión subyacente se constituye más en obstáculo para entender que como argumento para el entendimiento... En fin, básteme recordar que mis hijos acabarán leyendo esto para importarme un huevo si los lectores del día de hoy entienden o no.

Sigo: la verdad que explica nuestras elecciones, que guía al mundo, que se viste de poesía o religión, que he perseguido por años y bajo el estímulo de una necesidad extrema para hacer algo con mi vida, se reduce a conjugar la inteligencia, la lucidez, la capacidad de abstraer y comunicar, con una materia sobre la que todo eso pueda usarse. Y la materia es, obstinadamente, la bondad de nuestros actos.
Es una intermedio formal, de tránsito: nuestros actos son buenos, y por tanto nos causan felicidad, y eso es lo que se ha de buscar. Lo peliagudo es (el auténtico contenido del enunciado "Verdad", es...) afrontar la disección diaria entre lo que causa felicidad, o reducido, lo que es bueno o malo o, reducido, lo que es o no ..."VERDAD", el objeto de este cuento.

MI experiencia. Primero, lo "bueno" es obvio, y es pecado su olvido. Luego, lo de los otros es lo que hay que amar, y por eso ya no hay nada personalmente "bueno o malo"; por último, la fugacidad del Amor relativiza el valor dado a los valores de los otros, y también, si a eso se ha llegado, a las posturas que ante tal evidencia de que el Amor es el Valor, nos reconducen a la "nada"...Al fin, la conjugación de la experiencia, si no por otro motivo, al menos en aras de la eficacia: ni el amor es eterno, ni la renuncia a uno mismo garantiza la felicidad del objeto amado, luego no queda otra que echarle huevos y recuperar la construcción del propio "yo", aceptando lo que tenga de débil, y ofrecerlo a quien lo quiera para no estar sólo, y ser féliz, mientras se desarrolla un ejercicio paralelo hacia el candidato a acompañarnos...

Así se define el escenario. Ahora, la pauta de actuación -Anticipo: la Verdad se extraerá del resultado de aplicar pauta a escenario...-

Algún estudio define el beso como un test de compatibilidad química (de salivas...). Otro cree vislumbrar en uno u otro caracter deseable para la supervivencia o evolución de la especie (la altura, una buena relación entre grasa y masa muscular...) el acicate para que un individuo busque a otro concreto... No pretendo llenar de Verdad tantos frascos. Me basta empezar con que el cuidado de la progenie, más intenso y exigente cuanto más evolucionada la raza, unido a la incapacidad para procurarse el alimento durante la gestación, son motivos suficientes para rechazar la cópula sexual, sobre todo por la mujer; luego la recompensa cerebral para ella ha de ser máxima, o la especie desaparece. No es que haya un Director instigando a unas especies y desestimulando a otras: a sensu contrario, lo que hacemos es analizar una especie que no se extingue para ver por qué. Y ahí, la nuestra es lo máximo¡¡¡
Qué recompensa intuirá la mujer, qué no estará dispuesta a hacer para lograrla, qué poco valdrá el macho de la especie como mero obstáculo en su camino, al ser preciso para engendrar y proteger, pero no estar naturalmete estimulado sino para la cópula... Qué valor se dará a esta y a su placer para obtener la ecompensa deseada¡¡¡ Así adquirió su valor en cambio?, así originó un oficio?


La verdad.

Si somos capaces de advertir ese mecanismo de desarrollo natural, deberíamos despreciar por obvias y pacatas sus recompensas...

ESE ES EL ERROR, LA LACRA DEL CONCEPTO DE CULPA; LA TARA DE LAS RELIGIONES PARA SER EFICIENTES.

Vivimos en la búsqueda del equilibrio de nuestro sistema generador de recompensas. Lo único que nos motiva a actuar es el flujo de endorfinas, y la búsqueda del agente que lo produce es la base de filosofías y religiones. Perdón. Las religiones y políticas no buscan el estímulo, sino la forma de controlarlo para gobernar (Traducción: para concentrar en unos pocos el estímulo de endorfinas de todos..., y aún más, el hallazgo de que la suma de endorfinas que los demás no obtienen por que el que manda las confisca, agrega una categoría nueva, cualitativamente más satisfactoria, derivada de la lucidez y el Poder. Si comer todos los días a costa de que tus súbditos lo hagan sólo dia si y día no; o lo que es igual, si conducir un Ferrari a costa de que tus empleados conduzcan Peugeots..., implica que se suma para beneficio propio lo que los sometidos ceden, eso no agota el análisis del fenómeno: darse cuenta produce otra recompensa cerebral, que creo también diseñada por la Naturaleza o Dios para el propósito del desarrollo de la especie, y que genera la ilusión de ser un sujeto de mejor calidad. En sus aras se puede renunciar aún al Ferrari, a otras comodidades, como hace el político, por esa nueva toxina...)

A partir de ahí, pocas variantes, y nada originales: el sujeto que no tiene capacidades para la nueva toxina se conforma con la antigua. El resto del 999 por mil de la población que no cuenta con herramientas personales para obtener recompensas de trascendencia, se debate entre la resignación (mensaje, creo, no natural, sino creado por los dirigentes para que no sea dificil el gobierno de esa gleba, pese a la evidencia de los propios beneficios), los "placeres" de segunda calidad, que también son artificiales (ahí radica su "segundez", en que son espejismos de los reales, creados por los que disfrutan , tanto para aquietar a los que no, cuanto para obtener de ese sucedaneo un beneficio), o la renuncia, que cada vez disfruta de menor predicamento.

En fin... No hay que ser muy profundo para detectar la opción del cuerpo social ("electoral...")

Hacer ejercicio cuesta, pero mejora, y el cerebro lo recompensa con endorfinas. No hacerlo empeora, pero no cuesta, por lo que si el fuerte quiere mandar sobre el débil, no fomenta el esfuerzo, y sortea la falta de recompensa cerebral buscando un sucedaneo, la comida basura, la telellamada que se adhiere a un programa de televisión "imprescindible"... (... para los anales de la vergüenza ajena)
Formar la mente...
Crear artísticamente...
Construir un sujeto útil...
O que sea un ejemplo...

A todo eso se aplica el mismo razonamiento, y la VERDAD es indiscutible para quien la vea.
Opondríamos, esotéricamente, que no es aceptable tal fallo de diseño: ¿Cómo va a doler tanto actuar de acuerdo con el natural postulado del Hombre?
Esotericamente, ya que no existe tal diseño, tal intervención trascendente, y si se usa el ejemplo humano es por su éxito evolutivo, sujeto a revisón y cambio.
No somos buenos por hombres, sino exitosos por adaptativos. El músculo crece y es más útil si se le somete a esfuerzo, lo que en si mismo no da placer...sólo posibilita que el músculo crecido pueda afrontar más carga: para conseguir ese beneficio, el ejercicio que o posibilita otorga al sujeto activo una recompensa en forma de flujo de endorfinas..

Por tanto, y volvemos al planteamiento principal, la Verdad se halla en la comprensión de que la búsqueda de la felicidad es la búsqueda de recompensas que en origen obedecen a la obtención del mejor espécimen posible en términos de supervivencia.
Qee el hombre se rebele contra ese dictado y busque la fuentes de estímulo cerebral de modo artificial es una constante en su Historia, añadiendo otro factor que influye en ese vector de fuerzas resultante, la Verdad.

No mejoramos sin esfuerzo, y el esfuerzo no encaja con la felicidad, luego, la recompensa cerebral es necesaria, impuesta para sobrevivir, o mejor dicho, concurrente en quien sobrevive.

Ahora, la gestión de la recompensa, natural o auto procurada.

Recuerdo las palabras de un compañero, tenido en general por especialmente brillante: "No entiendo como se puede vivir sobrio"

Lo cierto es que no es la huida de la lucidez sino la recompensa en términos de endorfinas lo que justifica ese tipo de actitudes.

Lo correcto es lo que genera resultados eficaces, pero tiempo ha que ese fin se obtiene más frecuentemente por equipos bien dirigidos que por individuos, y aún estos son vilipendiados en su capacidad, por envidia (otro mecanismo de gestión de la falta de recompensa) o porque realmente su eficacia no es comparable con la del equipo, lo que el dueño de todo no acepta bien, al ver en paralelo la amenaza de ese sujeto para su a menudo injustificada posición de ventaja social, para su grado personal de obtención de recompensa, y aún, de esa recompensa cualificada que es el Poder. Nimiedades. Lo cierto es que la máquina funciona así, y que el que la sufre es porque no la ha comprendido.

Puedes ser muy BUENO, muy eficaz o muy altruista, o ambas cosas. Eso no garantiza la felicidad. Puedes formarte al máximo, y sólo habrás conseguido una herramienta, como si has nacido rico o hermoso... Si no la sabes usar, no serás feliz.

Y la felicidad se mide en términos de recompensa cerebral: su principal estímulo, el Amor; en segundo lugar, Poder y drogas.

Pero todos ellos afectados por la química, por los límites de la necesidad y la tolerancia, por los páramos de la insatisfacción y la dependencia...

¿Quiers saber la verdad sobre tu vida? ¿Tienes cincuenta años de casado y no ves colores ni futuro? ¿Has triunfado en lo que te propusiste, y eres un peligro para los que te rodean, que tan conformes estaban con el proyecto?
Parece clara la similitud entre la heroina y un éxito profesional...

Pero, ay bendito¡¡¡ Si esto fuera todo...¡¡¡

Ahora hay que conjugar este aquelarre de estímulos necesarios y dependencias, de insatisfaccciones o renuncias para evitar ese síndrome de abstinencia, de pugna entre la lucidez y la tranquilidad, ...con un factor último pero máximo de perturbación del modelo.

No hay un genero femenino y masculino de la especie humana que analizamos, además de por nuestra, también por ejemplo, al menos a día de hoy, de mejor adaptación- de lo que colegimos que también de mejor respuesta evolutiva y subsecuente mayor previsibilidad de supervivencia (que va poco a poco convirtiéndose en mayor capacidad de destruir el medio, antes de sucumbir en él a otros mejores sujetos...¡¡¡ Y, no me importa decirlo, al preferir la especie al medio, no estoy muy preocupado, si es que sabemos reparar lo que haga falta para subsistir.. Pero, en fin, esa es otra historia)

Sobre todo lo dicho antes, sumaremos que la hembra de la especie incorpora la carga de la procreación , y como en las demás especies sofisticadas, un largo periodo de incapacidad para la obtención delo necesario para la subsistencia, que desde que engendra, es doble.
Clarísimamente: la recompensa que es necesaria para que se aborde un proyecto tan agresivo a lo que al humano es más sagrado, la supervivencia, la colocación en un puesto tan inseguro como el de la sumisión al macho que debe suplir la propia incapacidad, la renuncia a permanecer al mando del propio destino, y después, la abnegación para con las crías...también necesaria para la especie.

¿Qué tipo de recompensa será esa, impenetrable para el macho de la especie, e indudablemente no singular sino, con certeza, un sistema de retribuciones, desde el mmento de la cópula, hasta la búsqueda de la preñez, y luego aún, para cuidar al vástago hasta que se valga (ahí ya puede volver el macho a recibir recompensa si contribuye, no es tarea indelegable, como la gravidez o el parto, o el amamantamiento...)?

La hembra y el macho humanos no son ya géneros de una especie, cino especies distintas, aunque excepcionalísimamente condenadas a cumplir conjuntamente una misión natural distinta y aún quizá contradictoria entre ambos. Dios, que está zumbao...

Pero lo que aquí se abordaba no es la maternidad, sino cómo esta altera lo que venimos denominando como "VERDAD". Si buscamos la felicidad, y la obtenemos en situaciones de renuncia o esfuerzo, por causa de la detección de su eficacia, y generación de una recompensa cerebral que lo justifique, por oposición al mero "contento", o "placer", que no se originan en comportamientos feraces, y aún se oponen a dicha fertilidad, nos vemos evaluando nuestro altruismo y la ingesta de estimulantes artificiales para obtener un estadio sostenido de recompensa. Como dice la película "Arrebato"... si no llegas... si te pasas...

Pero héteme aquí que todo esto se altera, al ser principal causa de recompensa la relación con el otro género. Si la resultante fuese funcional, aceptaría que hay hombres y mujeres, como hay perros y perras, o zorros y zorras; pero no funciona ese esquema tan "natural" en nuestra especie, de donde me es forzoso deducir que no hay sino DOS especies.


La VERDAD que yo reflejo no es, desde luego, la de mi madre, la de mi hija, la de mi mujer, la de mis antiguas novias, la de las mujeres de mis amigos...

El mecanismo de recompensa cerebral en forma de generación de endorfinas que dan placer, que se reserva a los esfuerzos menos apetecibles pero más eficaces para el bien común o personal (lo que viene a ser la evolución y adaptación, vamos) se convierte en un campo de tiro, y además, uno en el que el tirador sólo entra por nuestra invitación, que a menudo se expresa más como súplica: "VEN, Ven y jódeme la vida, por que te necesito, y toda otra recompensa a tu lado ha dejado de tener valor" (Veasé al término de las relaciones la similitud con el síndrome de abstinencia de opiaceos: "no sabía que la tenía al lado hasta que me faltó, y como no volvió la maté a la muy puta..., y que ya que estamos, me mato yo o me voy a la carcel para siempre, que es un proyecto que siempre tuve pendiente...")

A ver, tal y como yo lo veo: La búsqueda de la felicidad se traspone en la del Amor, que genera renuncia, y se compensa con una respuesta cerebral que justifica la renuncia, en aras de la supervivencia de la especie.
Hasta ahí bien si eres gay, cura, o pajillero vocacional.

El otro 80% de la Humanidad (descendiendo a medida que se analizan y racionalizan las consecuencias de los propios actos en términos autónomos y de legislación tributaria)se ve abocado a actuar bien (gran dificultad, esfuerzo, altruismo, medida del valor del prójimo) o no (70% del 80%: eres enano, sin dinero ni cultura, y coculpable de no poder ir a mejor en lo que te queda de vida, con esporádica erupciones de indignación cuando vea a la hijas de Zapatero, pero que se resuelven suavito cuando constatas que te falta léxico para expresarlo, y que la búsqueda de la palabra justa te está quitando tiempo para llegar a ver "Gran Hermano")... Otro estímulo artificial de generación de recompensa? NO: un mecanismo de ocultación de la ausencia de recompensa, creado por los que acaparan a tu costa los medios para conseguir the real thing...

No es ya cuestión de ricos y pobres, creo que no lo fue nunca, solo un engaño de alguna ideología para intentar mandar, en poco o nada distinto del de una hamburguesería para vender sus comidas. La diferencia está, una vez más (Gracias, Paco, mi entrenador de boxeo) entre los listos y los tontos. Si no a plazo de una o dos, si a plazo de tres generaciones se ve cómo el rico tonto acaba pidiendo en el metro, y el inmigrante listo, dueño de su vida y de los locales de nuestro entorno.
Trabajó más y en condiciones más duras, y lo hizo por una recompensa íntima, incomparable, inasequible: su baño de endorfinas al ver que era dueño de su propio progreso.

"Todo lo sufren en cualquier asalto.
Tan sólo no sufren..
que les hablen alto"

Aún el Hijodalgo con hambre, los dos niños de J. Sender que presumen de padre con escopeta, uno, y reloj de oro, otro, en la presencia común, también, del hambre que es lo único que comparten... Endorfinas, recompensa, aún no para mejorar sino para no sucumbir ante la adversidad...
A eso se reduce todo... hasta que llega la otra especie.

Creo que una base de todo lo anterior es la libertad, para elegir si se sufre para obtener la recompensa o se evita el sufrimiento y nos contentamos con el placer inmediato, o el mediocre contento...

Puede ser pacífico que este planteamiento, u otro cualquiera, valen lo que vale la definición del humano que los sostiene sobre su libre albedrio...
Acaba todo, muere la "VERDAD" (Que, así, sólo queda expuesta, a efectos teóricos por si la curiosidad de alguien con mando, mujer, lógico, quiere leer el libro de instrucciones para sacar más rendimiento a la máquina....)cuando lo más íntimo de nuestro centro cerebral de recompensas para beneficio de la reproducción de la especie, nos convence de las bondades del ayuntamiento carnal...

Hasta ahí, bien, y si no se, tampoco me importa porqué un tamaño de ojos o pómulos, determinado coseno en la curvatura de cadera o pecho, o una composición más o menos salobre o dulce de saliva, me indican la mejor pareja posible de reproducción. Conozco el fenómeno, lo acepto y a él me someto, y así mismo espero de él la recompensa que deseo.

Pero ahi no acaba la cosa, no, salvo que la compañía sea mercenaria, y a veces ni aún así...

Sobre el sacrificio que el que llamaremos "bueno" ha aceptado (y no digamos si es el "malo", que no quiere oir ni hablar de ese sacrificio socialmente útil, pero cuya recompensa intelectual cree sobrevalorada, quizá por que nadie quiso, o supo, vendérsela, digo, educarle), ahí viene su complemento, y a la vez la madre de todas sus desdichas... La naturaleza le impulsa por el bien de la supervivencia de la especie: está hecho para diseminar, y le obligan a cerrarse en una sóla pareja; su centro de recompensa cerebral, le venden, le proporcionará placer en la búsqueda de la responsabilidad que no le beneficia, pero a la vez que eso no pasa, detecta que se va acorchando al estímulo que viene, SIEMPRE, en la misma fórmula química. Cuando esa obviedad fisiológica va a estallar (imagínese la misma situación en un toro o un león...) se superponen condicionantes sociales, lógicos en la dinámica de protección colectiva de la prole, pero que dejan de tener sentido

a) cuando el colectivo no rejuvenece con tales planteamientos
b) cuando la prole que se trata de cuidar es el principal perjudicado de la forzada renuncia a la búsqueda de la felicidad, lo que a partir de cierta edad y estado de desarrollo económico de la comunidad, afecta indistintamente a varón y hembra..

Y las respuestas racionales no ayudan: imaginemos a un sujeto masculino con la experiencia suficiente y el planteamiento desarrollado. Emparejémoslo con una hembra intelectualmente suficiente que comprende y acepta... Cuestión de tiempo que la Naturaleza se imponga y el contrato se rompa, y el vector perturbador se muestre , y sólo haya sumisión o crujir de dientes...

Bueno, pues esta es la verdad, mamones, feministas, rojos, y demás ralea. Al que no le guste, que se vaya a vivir... a Marte???Y quien diga que miento, que revise su experiencia, o su definición del verbo "mentir"
No basta el placer carnal. Es necesario, en este contemporaneo S. XXI, el derecho de obligaciones y contratos, y que la verdad de cada uno se exprese, negocie, pacte, mutuamente acepte y se incorpore a recordatorio escrito, al pricipio de la convivencia. No la salvará, si no es salvable, pero al menos servirá para que el que cumpla su parte resista al ataque que el otro inicie en forma de generación de culpabilidad, a lo que los fuertes somos tan sensibles... Encima¡¡¡

lunes, 4 de enero de 2010

EL SIGNIFICADO DE "NO HACER"

Como siempre, el discurso requiere de un inicio lejano al mensaje que en realidad ese discurso quiere enviar, y un desarrollo largo y doloroso de ese inicio para que las palabras del mensaje se entiendan, lo que a efectos de quien las escribe equivale a que surtan su efecto curativo, y descarguen de ese peso que no se ha originado puntualmente, y por ello, por su recorrido hasta hacerse insoportable, exige el vertido a base de una linea, no de un punto(siento la compañía).

"da igual si quiero hacer algo o no, si es importante eso para mi vida o no lo es, y aún si percibo o no que hacerlo sea para mi perjudicial o no... si detecto que la opción no existe o está muy condicionada, haré exactamente lo contrario, o será cuestión de -poco- tiempo que el no haberlo hecho genere un estallido que arrase con los efectos de ese error, incluso si fueron buenos, por principio..., "

En este caso, procedo desde el principio, y lo que se ha leido una linea más arriba es un cortaypega de la conclusión de lo que paso a desarrollar.

Una de las cosas que yo (y alguna religión mayoritaria a nivel mundial) considero factor comprobado y por ende escenario inamovible de razonamiento, es que lo volitivo y lo natural, lo bueno y lo malo, lo humano y lo artificial... en fin, cualquier fenómeno que se quiera, expresable en términos de arbol cartesiano de decisiones, de planteamiento cerrado de razonamiento, que asegura un correcto desenlace (del tipo "me gustan dos tipos de mujer: la nacional y la extranjera"), siempre que afecta a una opción moral (de otro modo no tendría interés, qué importa lo que no nos ayude a decidir; a la Kant...)siempre admite una opción y su contraria, siempre escenifica que es variada la opción defendible, y por tanto, que no optar es lo único universal, siquiera que para ello es preciso previamente una renuncia a todo valor, que en tanto que tal, y en este contexto, se constituye en una fuente de servidumbre o esclavitud, a la vez que en un potencial desencadenante de violencia.

El dolor que se ha de haber sufrido para llegar a este planteamiento y expresarlo en términos objetivos es, se entenderá fácilmente, enorme... Pero, como me gusta decir cuando hago un regalo, hay en esta matemática (¿O, en tanto que motor de actuación, "física"?)una noticia buena y una mala...

La buena es que la felicidad, que sólo puede definirse en términos de Amor correspondido (o se degrada al mero "contento") no tiene un obstáculo moral inamovible, y que se aherrumbran las clásicas historias de sufrimiento mártir, ya que no hay valor y por tanto, no hay obstáculo tan poderoso que impida el Amor, y la felicidad que genera...; la mala, es que la correspondencia que se requiere para que el Amor haga feliz implica que el otro participe de ese altruismo, lo que no sólo no depende de uno, sino que no impide, de no acontecer, y por la ceguera que por definición adorna a ese Amor cuyo sentimiento y correspondencia constituyen la definición de felicidad, y por ende el máximo objetivo vital, que seamos ignorados en nuestra devoción, y aún castigados por la falta de correspondencia (caso extremo: por la falta de inteligencia del objeto de nuestro Amor, no elegido¡¡¡¡)

Y ya vamos llegando al mensaje: entre el Amor correspondido y el desamor o , que más da, el cariño interesado que se define como "me gusta parte, lo demás ya lo cambio yo", hay un terreno brumoso en el que vive la mayor parte del género humano, y que al lúcido condiciona en sus decisiones: la falta de concordancia de parámetros de consecución de felicidad, que Dios ha de considerar bastante para ahogar la relación en no más de 48 horas, pero que el cabrón se divierte en mantener entre los mejores, a ver cuánto aguantan sufriendo si Él (el Amor) los apoya.

Hay diversas manifestaciones del fenómeno, de más intensidad (y por tanto, interés, según la calidad literaria y edad, y experiencia, del narrador), o menos, pero que a efectos de cumplir expectativas, concretaremos aquí...

Ok: tengo como propósito de Año Nuevo abandonar un vicio que me acompaña desde hace 26 años (16 en modo cotidiano...), pero se opone a ello la tenaz oposicion de mi esposa. Si se ha comprendido cabalmente lo antedicho, está claro que ella se opone a que continue, no a que lo deje, por lo que el ataque a mi libertad me plantea una defensa de principios.

Espero que ahora si se entienda: "No hacer" significa "No querer", o de otro modo, implicará "obedecer"; la repugnancia a "obedecer" genera la duda acerca del "no hacer", porque, si bien es cierto que la opción moral no ha de dejar dudas por la intrusión ajena, la consecuencia de su ejercicio mal interpretado será netamente disfuncional: en otra palabras, que se lo que quiero dejar de hacer, y que si me lo están gritando al oido soy capaz de afirmarme en que no lo hago por que no quiero, no por que me lo prohiban, pero... apareciendo el Amor, ¿no supone esa decisión un riesgo mayor de arruinar la relación, por generar la falsa idea de que se accede a impurificarla a demanda, a la espurea demanda de sumisión que conforma desde la Creación el acervo de objetivos femeninos...? Y dado que ello afecta al escenario mismo en que se desarrolla la Felicidad como principal objetivo, ¿Ha de servir para mentir...?

Al fin, y si se quiere ser féliz, y ello a base de hacer féliz a la persona amada, ¿Hay que mentir? Perdón, claro que hay que mentir, me reformulo: ¿Hay que mentir y decir que no se desea a nadie más, o que pese a que es obvio que si, uno es coherente y feliz ignorando esa llamada...?

El significado de "no hacer", para todos aquellos que la presente vieren y entendieren...

No me atrevo a decir, ya que conozco a las mujeres, que no causaría la felicidad la renucia del marido a todo otro contacto sexual distinto del marital; tampoco renuncio a informar a esas lectoras de que, con esos mimbres, el marido se estará tirando a Heidi Klum o a Paquita la Porteña, en función de las disponibilidades económicas, en poco más de 6-18 meses...
Si me atrevo a decir algo, que es lo que aplica a mi persona: da igual si quiero hacer algo o no, si es importante eso para mi vida o no lo es, y aún si percibo o no que hacerlo sea para mi perjudicial o no... si detecto que la opción no existe o está muy condicionada, haré exactamente lo contrario, o será cuestión de -poco- tiempo que el no haberlo hecho genere un estallido que arrase con los efectos de ese error, incluso si fueron buenos, por principio..., así que vaya como aviso a navegantes: conmigo se relacionan los que han tenido la mala suerte de tropezar a mi alcance. O son idiotas mentales, y se alejan, o les supongo un problema, tanto quedándome, como yéndome, y como dejando ir....

Mala suerte, el esquema no lo he diseñado yo.. Pero al menos procuro hacer mis planes esperando una sorpresa.

Adios, y recuerdos a Bambi.