jueves, 29 de julio de 2010

BUENAS NOTICIAS

Estimados no-lectores y vacio digital en general,

Comunico por la presente que espero hijo nuevo, de sexo varón y madre con carácter, de esas que mandan en quien se deje.

He disfrutado ya de las mieles de la novedad natalicia, y ha estado bien; pero todo pasa, y las cosas han vuelto a su estado normal: se acabó la confianza y la actitud de que todo descansaba sobre cimientos regulares...

Tendré que empezar a pergeñar una entrada relativa a la auto defensa de los infantes frente a la presión ambiental provinente del entorno paterno (el masculino es genérico e involucra a ambos progenitores; es triste tener que aclararlo, pero así están ñas cosas.)
Puedo escribir mis impresiones con total libertad, ya que la máquina esta me informa de que nadie las lee, incluyendo a la madre de la criatura, por lo que allá vamos, cuesta aabjo y sin frenos...¡¡¡

Recibiré toda suerte de críticas por haberme quedado escribiendo hasta las treintamil, pero por suerte ninguna relativa a lo que escriba, por que, insisto, no lo lee nadie.
Yo es que me descojono.

A ver: yo puedo decir en mi cuarto que Dios no existe en pleno S. XV, y no pasa nada; pero si lo hago en público , me corta las pelotas la Inquisición.
De ahí deduzco que decir que Dios no existe no es un mal objetivo, sino que sólo genera ofensa si los demás lo oyen. No entiendo cómo eso no hizo sonar una campanita akl oido de Torquemada...

Yo puedo hoy mismo reventarme de follar en una orgía con quince negras, que nada pasa. Si se entera mi mujer, se abren las puertas del Infierno.

Una vez más, no hay daño objetivo, sino el que se deriva de hacer o no lo que otra persona quiere que no se haga, o nos ordena. En si mismo, pues, el comportamiento es inocuo, ya que sin su conocimiento no origina cambio alguno; y el cambio que origina su conocimiento es necesariamente impresentable, ya que sólo resulta de la agresión al bien que consiste en lo que otro quiere que hagamos o nos abstengamos de hacer sin nuestro consentimiento y a pesar de haberse demostrado que no le genera lesión alguna.

El único daño esgrimible por esa pareja es el de que nos hemos resistido a cumplir con una voluntad suya que no compartimos.
Excuso decir lo poco respetable de la postura. Un escondite frecuente: la ivocación de la moral, esto es, la presentación de esa orden como no provinente de la pareja, sino necesaria en la colectividad. No paro a enumerar los argumentos contra esas posturas que a falta de mejor fundamento se resguardan en una supuesta Verdad Natural, trascendente a la vez que incomprobable, Ineluctable a la vez que discutido su contenido incluso por los que defienden que tal fenómeno pueda existir, y generalmente coincidentes sus mandatos con los que queremos imponer, una vez comprobado que no tenemos ningún argumento para sostenerlos más allá de nuestros propios deseos.

Para sufrir ese mandato, lo reconozco, debe ser dificil encontrar a alguien peor mandado que yo.

Lo malo son las consecuencias prácticas de esa tensión, que habrá advertido y sufrido aún quien no haya planteado la cuestión en términos tan abstractos.

Imaginemos: desde el principio de la convivencia en pareja, o aún más, desde que se traba la relación que luego generará la convivencia, se ha dejado claro por uno de sus miembros que no existe motivo alguno para mantener el sexo en privado, de modo que si lo hay con terceros nada debe suceder, mientras que si ese sexo, o aún a pesar de su ausencia, implica el nacimiento de un nuevo Amor, debe extinguirse el vínculo.
Y que el planteamiento es común, o al menos aceptado por la otra parte.

No es lícito imponer un comportamiento de abstinencia contrario a ese planteamiento, como mínimo por la vinculación volitiva; aún sin esta, por que como se abordó antes, no existe daño objetivo...

Por su parte, el que no acepta los términos de su acuerdo, o en su defecto se niega a aceptar lo inocuo del comportamiento de su pareja, merecerá en un primer momento perder el derecho a recibir información y a que sea verdadera... No, no se nos diga que hay que decir en todo caso la verdad, porque reporta un mal en forma de crisis, presión, insultos, y en ocasiones agresion física, que no se merece. Si la pareja quiere la verdad, no puede castigarnos cuando la recibe. Si lo hace, nada nos impone el deber de comunicar una información que en principio debería ser tan inocua como la del tiempo, por el acuerdo o aún sin su existencia.

MIENTO, luego existo, ya que sólo así evito una injusticia inmerecida, y que como tal me degrada si no la combato.

Me apetece decir que la sexualidad extra pareja es buena en todo caso, aún si no se ha tolerado en los términos pactados de la convivencia, ya que su práctica es, en términos de reproducción, pero también de desarrollo personal, bien por el placer, bien por la busqueda de su sotifisticación técnica aún al servicio de género opuesto, bien por su trascendencia artística, o por la incidencia que representa para la calidad especial que distingue al humano la toma de conciencia de su satisfacción como algo diverso de su imperativo biológico, un distintivo de civilización incluso superior al Arte, si se aceptan las posiciones Freudianas de que Este es una sublimación originada por la represión de aquel, como pulsión básica.

Pero aún la ausencia de voluntad no basta para modificar las caractrísticas esenciales del fenómeno:ningún individuo humano elige ser la parte reproductora que queda inerme por gravidez durante nueve meses, ni ser el más urgido por el deseo sexual, de modo que cuando la hembra acceda al coito, será por que el macho cumple estándares de calidad genética que permiten el desarrollo de la Raza. El mecanismo natural se basa en la insatisfacción mutua, de modo que la hembra retiene al macho a partir de la negativa a satisfacer pulsiones que también ella tiene, y a cambio de conseguir la mayor cantidad posible de tiempo compartido con esa pareja.

Yo ya estoy para despedir el curso, pero no me resisto a contar un último chascarrillo: profesionales, y teóricamente habituadas a repeler al baboso que sólo busca tocar o ver algo de carne que está fuera de su alcance, sin gastar...
Hay clientes que no están acompañados ni un minuto sin ofrecer una copa; y con las amigas observan indolentes laas evoluciones de hombres que "sólo ocupan espacio"



Dicho esto, queda de manifiesto que una postura monógama por parte de la mujer podrá tener una base biológica, la misma de la poligamica del hombre... Pero aún no han entrado en juego el bien y el mal, ni menos los colectivos, que implican una tendencia de decisión común.
El hombre desea más recipientes y la mujer la estabilidad de presencia de su pareja, y por otro lado surge un tercer género que se escurre por la tangente de esos dos papeles...


Género que, no sin razón, suele enarbolar el estandarte de contribuir en gran medida a la conservación de la familia tradicional en la que no encajan, precisamente por aliviar tensiones que son a la vez ineluctables e irresolubles, ya que se tejen en paralelo a la perdida de Amor, y sólo subsisten por intereses económicos o por camaradería que, buena en si misma, no sustituye al verdadero Amor de pareja, generando mucho dolor cuando ambos sentimientos coinciden.
Esas profesionales.

Pues bien, a fuerza de quererlas es que diseñé el método de defensa de "Queridas Mías" y la reseña sobre la "navaja táctica", arma propia de mujer o comando.

Y aún ahora pierdo sueñño y acumulo puntos para pelea mientras escribo esto....

Al fin, creo que hasta mi mujer, que tan poco participa de la racionalidad, que taninmersa está en la práctica de esos mecanismos irrracionales a día de hoy, pero aún no sistituidos, estará satisfecha del viaje.

Me tiene por un buen y eficaz ladrón...

sábado, 24 de julio de 2010

THIS NEWS, GOOD NEWS

A mis amigos que son pocos, a mis enemigos que son muchos, a los que siguen este Blog que no son ninguno:

ESTOY EMBARAZADO¡¡¡¡ Y se llamará Rafael.

Diana y yo.

miércoles, 14 de julio de 2010

Haiku

Diecisiete sílabas
y tres versos:
son seis y cuatro y siete...

¿Es Violante?