viernes, 20 de mayo de 2011

YES, WE KAMPF

(reproducción del comentario que acabo de dejar en el blog de Mario Conde, ante la idea romántica de que desde aquí pueda llegar a más lectores...)

Ah, entonces era eso...¡¡¡

Confieso que como amateur de la filosofía jurídico política y habitante de la calle Bailén de Madrid, estas concentraciones de Sol me dejaban perplejo por dos motivos: uno, cómo era posible que el Poder permitiese el desafuero (esto es, como dejaba a los ciudadanos desamparados el último de los garantes de sus derechos sin hacer nada: el Corte Inglés tolera que se me prive de acceso a su centro de Sol, donde espero que es esparzan mis cenizas a mi muerte, por haberme dado los mejores momentos de mi existencia); y dos, un cartel presente recurrentemente en las imágenes de la feria, reclamando la modificación de la Ley Electoral.
En fin, la obviedad de que la servidumbre de la mayoría al chantaje nacionalista está en la base de todas nuestras desgracias, al imponer a unos la victoria por mayoría absoluta como única alternativa al ostracismo, y proporcionar a otros la herramienta para cumplir su objetivo históricamente confeso de obtener el poder mediante la exterminación del adversario, independientemente de lo abyecto de las concesiones a realizar por el camino.

Sólo es que.., no se..., el chaval de las rastas que llevaba la pancarta no me parecía precisamente un analista afín, pero... cosas más raraa se habrán visto.

Ahora despejo al menos la segunda incógnita, por que lo demandado es la oferta de listas abiertas, según el autor del post.
Para un movimiento que pretende cambiar la situación ante el descrédito de la capacidad de la clase política para hacerlo, y una vez advertido el gran público de que dicha clase no busca la solución de los problemas, sino seguir mandando, me parece como mínimo exótico que se pretenda resolver ese desafuero a base de permitir el acceso a la "nueva clase" (Djilas) en régimen de barra libre.

Dos incógnitas.

Y ahora, dos hechos que me preocupan:

-uno, que ante una inminente derrota del PSOE, surge un acontecimiento extraordinario, por supuesto que extraño a las reglas del juego, y con capacidad para alterar las elecciones (más perdidas para el PSOE no pueden estar, así que el vector sólo puede ser neutro o favorable a ese partido); y

-dos, la policía y la Inteligencia no hacen nada para evitar que esa manifestación claramente política y electoral (independientemente del sentido de su opción) deje de desarrollarse en víspera de elecciones.

Jo, es que estoy viendo a Mmouriño preguntarse "¿Porqué?"; es que se repite la historia de ilegitimidad del 11-M (hay más ejemplos entre el 33 y el 36), y siempre en beneficio de los mismos; es que no es delito electoral apedrear sedes del PP o acampar en Sol, el día de antes de unas elecciones...

Igual es que no me caen simpáticos los melenudos, siendo, como soy, persona naturalmente violenta.

Siempre me fijé en modelos de comportamiento con pulcro peinado, Mario recordando a los que por fin creían que iban a poder librarse del terno de pana que el pelo de la dehesa no se quita por más reloj gordo que te atice tu Vane o un "construtor", o Tyson, con sus botas negras sin calcetines y pantalón negro, enseñando lecciones de humanismo florentino a los rivales de pelo afro y uniforme de colorines, el siempre tan rapadito, sin padre que no fuera Cus DÁmato...

Insisto, es que a mi no hay que hacerme mucho caso, porque soy un sujeto de natural violento, pero ver a quien se preocupa de su aspecto me genera la idea de que respeta a los que le miran, por lo que las rebeldías, y más aún si rozan lo higiénico, me ponen en prevengan respecto del mensaje que lancen sus sujetos activos.

Las dos incógnitas, unidas a la curiosidad por ver la mezcla de jovenes y no tan jóvenes, cazurros antisistema y profesionales liberales sobrepasados por la crisis, y sobre todo la coexistencia entre paz y organización sostuvieron mi atención. Ahora, por intercesión del autor de la entrada, despejo y entiendo, y consecuentemente le rebajo la puntuación al fenómeno, y me empiezan a preocupar las exrtañas coincidencias.

Y por último, como vecino próximo, he compartido a mediodía terraza en la Carrera de San Francisco (La Taberna Errante) con dos habitantes de Sol en las últimas jornadas reivindicativas.

Por supuesto, jovencitos, ropa pija pero hippie (máas Carhartt que Turnbull and Asser, si se entiende lo que quiero decir, y que sea más capaz de escribir la segunda marca que la primera..), ambos en la veintena mediana, amigos de la infancia y con igual entorno de procedencia, uno universitario y otro no... Los dos quejándose de que habían comprado un mensaje y que ahora ese mensaje no les daba futuro; eso si, los dos con un ciego que ya hacía doblete, y que no les dejaba ni irse a dormir pese a que tenían que salir de viaje esta noche, razón por la que abandonaban la concentración.

Esto no es Mayo del 68, por que no hay Sartres ni Cocteaus, sino iletrados pseudoculturetas. Patético el espectáculo de una niña gritándo a un policía que Sol era Cañada Real, y por eso podían quedarse allí hasta tres días: independientemente de lo peregrino del argumento, que no me voy a molestar en honrar con un fácil desmontaje, es que enseña bien que no es cierto el antisistemismo, sino la intención de buscar en el sistema el camino fácil(No se me ocure nada más parecido al "usted no sabe con quién está hablando" del señor con bigotito, que el "conozco mis derechos" del rastafarian ibicenco-mostoleño).

Al fin, mis hijos me preguntan por lo que pasa, y no acierto sino a contestarles que para saberlo hay que esperar a poder responder a las siguientes preguntas:
¿Se adueñará del fenómeno en algún momento la violencia?
¿Responderá ante el fenómeno cuando sea preciso el monopolista en el uso de la fuerza legítima?
¿se convertirá en figura mediática algún protagonista del fenómeno?

Si hay un "si" a las preguntas primera y tercera, hasta ahí llegó el fenómeno y su credibilidad. Si a la segunda se sigue respondiendo que la policía está para solucionar problemas y no para crearlos, ya tenemos una pista de quién mueve el asunto. Porque la policía está para hacer cumplir la ley, aún si ello trae problemas; y porque el qui prodest da una respuesta demasiado obvia.

Un señor "estremero" se ata los machos aportando media hora antes de que empiece la jornada de reflexión.
Yo me lo estaba pensando, a la vista de la hora, al releer lo que he escrtio, pero resulta que en Sol siguen sin plantearse esas goyerías, así que supongo que si no se les impide, no podrá sancionárseme por hablar de ellos desde mi casa.

En efecto, y por demostrar que los malabares propagandísticos no son exclusivos de nadie, propongo que los acampados, durante las 24 horas en que a pesar del mandato de la Junta Electoral sigan realizando su manifestación política sin respetar la lagal jornada de reflexión ante la constatación de que nadie se lo impide (para no crear problemas, que los derechos de los demás pueden esperar si no se manifiestan con violencia...) sustituyan ese tan afamado

YES, WE CAMP

por un más coherente

YES, WE KAMPF

miércoles, 4 de mayo de 2011

LA VERDAD

La verdad es un cuento de una sola frase que iba entre interrogantes: ¿Que sentía el abogado que sabia que ninguno de sus clientes tenía razón?