lunes, 26 de abril de 2010

La Regla de Caballería, ESENCIA

Tres son ya las veces que borro varias páginas a esta mierda de hora para mostrar lo que ha pasado esta noche.
Bien es verdad que intentaba solucionar problemas ajenos, lo que no es objetivo aquí, y que estaba mediatizado por la previa reunión, tras veinte años, con sujetos sensibles.

Pero también es verdad que si escribo aquí, es con un fin, de modo que se diferencie una cloaca de un santuario trascendente en el que recalar si se disfruta del don de la palabra y de la amistad propicia.

Pienso en que mi hijo ahora sufre porque no entiende, y me veo estimulado a seguir exponiendo lo que por doler no entendieron bien los niños o adolescentes,ni manejaron los adultos, y ni aún son capaces de situar en justo término quienes ya han cesado en el papel activo en ese juego de la reproducción, y por tanto optan entre una muerte prematura o la iniciación de la senda del conocimiento del género opuesto, una vez cumplido su proyecto, fracasado en él, o renunciado al mismo con o sin el consenso de su pareja.

De hecho, pretendo ahorrar ese vía crucis, y situar la relación entre géneros en sus términos de Justicia, por más que no en los Naturales.

El hombre genera la capacidad de engendrar una descendencia múltiple y seguir ejerciendo tareas de caza y cuidado para la upervivencia donde la mujer que es fecundada se ve impedida para procurar su alimento, y cesa en ese mismo instante en la oferta de ulterior fecundación.

El animal primitivo de género hominido busca instintivamente un resultado parecido, dada la eficiencia del planteamiento. De hecho, las crías así concebidas, se muestran más eficaces para la caza, al desarrollar capacidades que antes se empleaban en afrontar otros riesgos.

El esquema tiene un doble valor: ilustra acerca de porqué el hombre se estabiliza con la mujer esperando que todo siga igual, mientras que la mujer se estabiliza con un hombre a la espera de que este cambie.


Si la matemática natural aún aplicara al hombre que bebe coca-cola, los años 60 tendrían un natural desarrollo aún hoy. Dado lo contrario, aprovecho para besar el cuerpo durmiente de mi dormitorio, y para anticipar para mis hijos, samurais inesperados, ciertas reglas de conducta.

- Los elementos naturales se mueven por dos motivos, y con una regla: Van contra pronóstico, y no puede descontarse el beneficio que de ellos se espera; y si se quiere ser obedecido por los elementos, debe sumarse su estudio, su respeto, la predicción de que nos jodan, y la resignación de quien se arriesga a tan ligero trance para dormir en un futuro.

-Por Regla de Caballería, al español da igual que sople uno u otro viento, o que un general acierte con la colocación de sus huestes o no, o que el otro lado del Continente americano diste siete o siete mil jornadas... Y hoy, que su proyecto se joda por peón o por marqués, quizá con un punto si el acento del marqués se cuela de por medio...;

Así están las cosas, y si falta trecho para que se consoliden, no dudo que ese no será un problema; a la vez que tampoco lo será que uno se haya equivocado una vez que ciertos episodios afloren...

Mi MIEDO principal, faltar a mis hijos antes de que maduren... Hay quien prefiere morir en vez de ellos, el muy egoista: yo arrostraré el dolor de su falta, consolado sólo por la imagen de sus caras de sufrimiento ante la mía.

Eso sí, ya puede imaginarse la calidad que se quiere construir y se exige de tales sujetos...

En estos días, que la Falange se ve atacada... Me resisto a invocar falta de razones, para llamar a mis hijos y a mi mismo en auxilio de su necesaria Fuerza, pese a estyar lejos de compartirla...

Mis hijos¡¡¡ Imagínese la responsabilidad al comprometerlos en ese proyecto romántico en el que nada bueno pueden encontrar, deb iendo aprender a buscar el éxito en la clandestinidad, y que tánto sacrificio puede requerirles, aún en el bien entendido de que habrán sido libres para juzgar la corrección del postulado y la proporcionalidad y eficacia de sus consecuencias...

En fin, esto no es para ellos, pero sirven de medida ética; y se leerá por invitación, por lo que no admito críticas que no se refieran a los postulados, sino a las "radicales" consecuencias.

Aunque hoy escandalice, VIVA ESPAÑA, VIVA LA CONSTITUCIÓN, VIVA EL REY Y LA PAZ ENTRE LAS FACCIONES QUE NOS REGALARON NUESTROS PADRES, VIVA EL BIENESTAR; EL HONRADO TRABAJO Y LA TRANQUILIDAD DEL PUEBLO ESPÂÑOL.

Dicho lo cual, queda un resto evidente: ante la resistencia democrática, a ver quién tiene más votos... Ante la coacción, la desprotección de las ideas de los que no aceptan el voto soberanista, de las de los que contra todo pronóstico y aún contra su propia naturaleza se teparon la nariz para no apalear contrarios, de los que ingenua y generosamente, y contra todo precedente, aceptaron no tomar más partido de una victoria militar en aras de un proyecto moderno, de quienes despreciados por la máquina todopoderosa de propaganda de los LADRONES accedieron al Poder sin mérito, sólo por la evidencia de la Maldad ajena, y se las arreglaron para crear nuestra Riqueza, nuestra posición Estratégica Mundial, los que contra todo pronóstico y a costa de perder esa popularidad que embelesa a los políticos, asumieron decisiones duras para que nuestra situación permitiera acceder al EURO, aún contra pronóstico, y nos autorizase a mirar de igual a igual a alemanes ingleses y franceses cuando otros nos habían intentado vender que era cojonudo leer a Sartre y no estar en la OTAN ni la CEE,... o después de todo lo contrario¡¡¡¡

La esencia consiste en que hay una clase política deleznable que no tiene ni por asomo la voluntad d etrabajar para quien le paga, pero que a su vez está integrada por los que saben y desprecian, y los que no saben y además d edespreciar, hacen del pillaje bandera de permanencia en el juego.

La piedra de cierre del sistema se obtiene en el Cuerpo Electoral: ante el Golpe de Estado del 11-M que se hizo efectivo ante la ignominia del PSOE, y la inepcia del PP, sólo el recurso a la secular idiotez del cuerpo electoral español permitía albergar esperanzas; en las siguientes elecciones, muy al contrario, nada especial alteraba al débil para depositar su voto, y por contra se aceptaba indecorósamente la mentira de que la Crisis Económica era falacia de antipatriotas.

Yo había sufrido mucho con los ejemplos de pobreza unidos a la falta de legitimidad de los gestores... Eso desapareció cuando los gestores repitieron mandato sin Golpe de Estado, y aún en la certeza de que se iniciaba un largo camino hasta la enésima demostración de su urraquismo.

Primera reacción: que se jodan, y si los votantes del PSOE son los primeros en ir al paro, y los del PP se mantienen sobre el nivel del agua, que Dios reconozca a los suyos, y a no crisparse... Pero es que empiezan a ahogarse muchos; a no ser consuelo que los imb´´eciles se arruinen, y menos si los Bardem se hacen ricos; a no estar clara la alternancia tan necesaria cuando los recursos públicos se invierten en controlar la propaganda...

Uno se pregunta... Si tan próxima y amenazante parece la situación del 36, y aún tan negativa, pese a residual, la presencia de sujetos políticos como la Falange, en términos del "revival" de la Transición, ¿Es aceptable la posición de quien invoca tal situación para roper la tan dificilmente lograda convivencia, si se produce tozudamente el fenómeno de ausencia de reación Ultra?

¿Es legítima la postura de un Ministro que descalifica a una facción contraria, como Pepiño para la Falange, cuando ese contrario no es ilegal, y es moneda común de cambio que es su propio partido el que provocó la matanza con el asesinato de Calvo Sotelo, y pone en peligro la unidad constitucional con su militante Montilla, y en ridículo el Estado de Derecho con un Garzón que acalló los clamores de corrupción con su candidatura al Congreso hasta que no consiguió el Ministerio de Justicia a manos de Belloch, y propició la caida del Gobierno-FILESA, MALESA, TIME EXPORT-?

Y aún en aras de lo políticamente correcto , ¿Es justo que deba yo sufrir sin amparo policial el quebranto que se deriva de la exhibición en mi balcón o coche de la bandera legal, mientras que nada se hace contra los que me agreden, y portan una franja morada en la misma enseña?

¿Nada importa que no haya sustento mayoritario en la postura que agrede, ni que aún habiéndolo, se me debe respeto en la mía, y más si es institucional?

Y un paso más allá, para adláteres only,... ¿Y si acompaño el ejercicio de la razón y el desarrollo de la Ley, hasta aquí tan claramente expuestos,... Con una exhibición de FUERZA LEGÍTIMA?

No olvidemos: costó muertos superar el pasado, y mucha violencia que los Mod ernos nos enfrentáramos con niñatos que no entendían lo que no habían percibido en el entorno próximo... Ahora, el mismo espíritu limpio y ordenado que se reía de hippies y punks y chocaba con pijos, se ve amenazado por gafa-pastas que viven con sus padres y acceden a trabajos por enchufe, bebiendo copas que pagan con salarios que otros merecen más y necesitan para sostener a sus familias, y acaparan hijos melenudos de familias protectoras.

En fin... No debemos llamarnos a error. No hay medida objetiva de la bondad que no pase por la votación de la mayoría y sus efectos.... Y hasta ahí, bien. Si se sigue amando la caena, fenómeno.

Pero el número de votos es la abstracción de la postura de la Fuerza. Si se acepta su efecto independiéntemente de su contenido, no puede rechazarse el efecto que idéntico Poder tiene en otros Campos de Juego, ni mebos esperar que quien lo ostenta acepte resignado por mucho tiempo que el mismo factor que le doblega, pese a su inicial postura, no sirva para permitirle actuar cuando se le llama para medir.

Si la acción popular se contempla en la LECr., es una quiebra de sistema que se cuestione si puede ejercerla la Falange. Si es legítimo manifestarse en apoyo de un prevaricador, es cobardía no atreverse a hacerlo, al menos, en favor de las reglas del juego que lo permiten, conindependencia de si se tiene o no razón.

Si se autoriza una manifestación, es escandaloso que no se reprima la que de signo contrario y sin autorización intenta discurrir por igual trayecto y con obvias intenciones, y no solo por lo que de corruptor tiene, sino porque los vecinoa que confiamos en la actuación de la Delegación de Gobierno, y vimos como una hija de siete años tropezaba y se hacía una brecha en la cabeza, debimos afrontar , para llevarla al Centro de Salud, una denuncia de esos antisistema por forzar nuestro paso a su través¡¡¡ Observesé que no se trata de que se impidiera el ejercicio del derecho ilegalmente bloqueado, sino de que se hizo sucumbir la fuerza ilegítima, y se arrostran consecuencias¡¡¡

En fin, cierto es que los signos, signos son. Pero también que la Fuerza sólo se ahorra cuando se cede para una redistribución legítima, y que ni aprovecha al corruptor del sistema la denuncia de que se le ha rechazado a la fuerza, ni pierde el fuerte el sentimiento de que debe intervenir si quien recibió el mandato de actuar por delegación sucumbe ante posturas que sin Poder alguno intentan aprovechar la generosidad de quien lo ostenta para subvertirlo.

Enseño a mis hijos que la Norma nos la hemos dado entre todos, y que sólo por eso hay que respetarla; pero también que muchos la quieren romper invocando una real o supuesta debilidad que les cualifica, según ellos, para ser tratados con más benevolencia. Ahí entra en vigor la regla de que "nunca se pega primero; siempre s epega el último"; complementada por otra que supera la llamada "espiral de la violencia", que relativiza a la anterior, con el principio de que "en la cúspide de la cadena alimenticia, o de la violencia,... está Papá"

Mi hijo tuvo un problema de violencia con un repetidor de su clase. Este le reconoció, a pesar de la presencia de sus dos hermanos, también famosos repetidores en cursos superiores, que... "Tu padre..., me da muy mala espina"

El fuerte, en todo sentido (intelectual, físico, mental...) es el actor del beneficio cuya puesta en común es deseable; a la vez, debe ser sujeto de limitaciones que impidan el abuso de su fuerza, en circunstancias muy avanzadas de civilización, cuando no se requiere que imponga a la propia comunidad frente a otras (ahí se le nombra Rey), sino que se someta a las normas del común.

De ahí a pretender que acepte que un débil se sustraiga a tales reglas por un equívoco ejercicio compensatorio de piedad, hay un abismo.

Y si tal fenómeno se eleva a categoría de institución, no puede por menos que recordarse a Thoreau, a Luther King, a Gandhi, al llamar a la rebelión del auténtico cuerpo fuerte social, sólo que en esta caso, también es colacionable Atila.

Buenas noches.

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